Impulso a la agricultura ecológica, la soberanía alimentaria y la rerruralización

:!: (Por su extensión y por su alcance político, estas recomendaciones fueron excluidas del documento en PDF presentado al Ministerio para la Transición Ecológica el 28/11/18.)

Aunque este capítulo es tan importante que merecería un título aparte o incluso una ley propia donde desenvolverse con amplitud, y de manera coordinada con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, vamos a enumerar algunos de sus puntos principales:

(Art. 24) Se facilitarán tierras públicas para la creación de huertos para autoconsumo a cualquier persona, priorizando aquellas en situación de desempleo, con bajos ingresos o en otras circunstancias especiales, tanto en áreas urbanas como periurbanas y rurales, con la condición de que no se utilicen insumos sintéticos. Se facilitarán aperos y asesoramiento de expertos en horticultura ecológica.

Se impulsarán las huertas urbanas comunitarias en ecológico, movilizando parcelas inutilizadas, tanto públicas como privadas. Se impulsará la creación de grupos de consumo ecológico y local, vinculados a productores locales.

Se promoverá que los ayuntamientos faciliten también la creación de huertas urbanas a disposición de la ciudadanía en terrenos de su propiedad, así como la trasformación de los jardines municipales en jardines productores de alimentos. Se pondrá en marcha un programa de Huerta Básica Universal, para que toda familia disponga de una parcela para cultivar alimentos para autoconsumo, o bien del derecho a disfrutar de una parte de la producción de una huerta comunitaria, en caso de no poder acceder directamente a una. Aquí podrán jugar un papel vehicular las monedas sociales.

Reforma agraria para asegurar reparto de tierras y que cada persona disponga, bien directa o indirectamente, del usufructo de una parcela cultivable suficiente para cubrir sus necesidades básicas.

Se favorecerá la reconversión de cultivos de regadío a cultivos de secano, especialmente en aquellas áreas más expuestas a un aumento de la sequía como consecuencia del CC. Se priorizarán los cultivos arbóreos (frutales y otros árboles de fruto) o de tipo perenne frente a los anuales.

Se revertirá el proceso de especialización productiva, integrando agricultura y ganadería para cerrar ciclos y recuperando la diversidad productiva y paisajística.

Se adoptarán medidas para detener urgentemente el proceso de pérdida de suelo fértil y promover la recuperación de materia orgánica y equilibrio biológico.

Se modificarán las normativas relativas a la prevención de incendios forestales para añadir a las excepciones actuales a la prohibición de determinadas especies, otras para permitir su existencia cuando cumplan funciones de producción de alimentos, bioclimáticas, de sustentabilidad agroecológica, resiliencia u outras dentro de proyectos integrales de Permacultura, Agricultura Regenerativa o técnicas sostenibles similares.

Se aportarán incentivos para la reconversión de explotaciones agrícolas y ganaderas al modelo agroecológico. Se simplificarán de manera importante los requisitos y trámites para la obtención de los sellos de agricultura ecológica, y se promoverá la creación y difusión de sellos alternativos de tipo participativo.

Se apoyarán los bancos y redes de semillas locales, con la condición de que se le faciliten semillas de variedades locales resilientes a cualquier persona interesada en cultivar alimentos. Así mismo se dará apoyo y se ampliará el número de bancos públicos de germoplasma / bancos de semillas autóctonas, con especial hincapié en las especies de utilidad alimentaria, para promover la seguridad alimentaria del país, especialmente frente a los efectos del CC.

Con el objetivo de minimizar el consumo asociado a la congelación de alimentos en los hogares rurales, se pondrán en marcha centros comarcales de uso comunitario para el envasado de alimentos y fabricación de conservas por sistemas de máxima garantía sanitaria y mínimo consumo energético. Divulgar desde estos centros entre la poboación en general, técnicas seguras de conserva casera.

Se facilitará un subsidio permanente a toda persona dedicada a la agricultura ecológica, independientemente de su producción, en compensación por el mantenimiento de los servicios ecosistémicos y por su contribución a la soberanía y seguridad alimentarias del país, de manera similar a como se realiza en Suiza. Se promoverá el traslado de mano de obra de otros sectores (especialmente aquellos que se desindustrialicen debido a la TE), al sector primario, para contribuir a compensar la pérdida progresiva del aporte de las energías fósiles, con el objetivo de recuperar una mayor tasa de ocupación en el sector de la producción de alimentos.

Se promoverá con planes integrales específicos, coordinados con las CC.AA., el traslado de población hacia espacios rurales y el aumento del grado de autoabastecimiento alimentario de las ciudades, eliminando las barreras legales a la producción agroecológica por parte de pequeños/as agricultores/as y a la agricultura familiar.

Se facilitará la cesión gratuita de viviendas en áreas rurales despobladas o en riesgo de despoblación y con capacidad productiva para la agricultura o ganaderías ecológicas. Se potenciará por diversos medios la revitalización de la cultura rural en aquellas zonas donde esté en retroceso.

Se creará una ayuda económica a la incorporación de nuevas personas a la agricultura equivalente a las cuotas de la Seguridad Social durante los primeros años, condicionada a que se empleen en la explotación criterios de sustentabilidad ambiental y energética, resiliencia, técnicas agroecológicas o permaculturales u outras de interés para promover una agricultura sustentable pospetróleo, diversa, multifuncional e integrada. Se priorizará la incorporación de mujeres, debido al proceso de masculinización de la población rural, paralelo al de envejecimiento que se está produciendo.

Se promoverá la reconversión de las explotaciones ganaderas para aumentar su ahorro energético y su resiliencia minimizando su dependencia del exterior. Se crearán programas específicos con medidas que contribuyan específicamente a:

  • Reducir costes, mediante: modificación del sistema de alimentación (pastos y otros, frente a piensos), ahorro energético (mejorar la eficiencia energética y substituir máquinas que usen combustible por tracción animal y trabajo humano), sustitución de insumos químicos (limpieza, fitosanitarios, etc.) por productos naturales cultivables en la propia explotación (giro hacia un modelo de ganadería orgánica), etc. Estudio de especies de pasto que permiten la alimentación durante todo el año, reduciendo la necesidad de recoger y guardar en seco. Estudio de rotaciones óptimas de cultivos para alimentación del ganado. Estudio de especies de pasto con mayor aporte de nutrientes (alimentar mejor, con menos). Alternativa de los bancos de tierras para los que no dispongan de suficiente extensión. Recuperación del pastoreo frente a la estabulación.
  • Potenciar nuevas fuentes de ingresos: energía excedente (purines para producir biogás, p.ej.), fertilizante orgánico, diversificación de productos… Aprovechamiento energético de los residuos y subproductos de la explotación. Máximo reciclaje dentro de la propia explotación (cierre de ciclos, economía circular, biomímesis). Promover la diversificación de fuentes de ingreso frente a una especialización excesiva actual de las explotaciones. Diversificar en paralelo de la clientela, mediante actividades paralelas compatibles: huerta, silvicultura, producción energética, etc.
  • Compartir gastos mediante cooperativas, compras conjuntas de insumos, propiedad compartida de maquinaria, etc.
  • Buscar la comercialización directa y local de los productos.

Se subvencionará (p.ej. eliminando o reduciendo tasas) la compra, alquiler y reforma de viviendas en zonas rurales para personas actualmente residentes en núcleos urbanos y que pretendan cambiar su residencia habitual al campo, así como a personas que quieren mantener su residencia en el entorno rural. Simplificar requerimientos para las obras y reformas en el ámbito rural y potenciar que se realicen con material y mano de obra local, y con criterios de ahorro energético y resiliencia.

Se apoyarán aquellos proyectos colectivos de retorno al campo y/o recuperación de aldeas y pueblos abandonados o semiabandonados, que demuestren criterios suficientes de sostenibilidad y resiliencia. Se crearán programas para favorecer el establecimiento de grupos de refugiados climáticos o por outras causas en dichas zonas abandonadas.

Se fomentará la investigación en permacultura, técnicas de cultivo, diseño de explotaciones autosuficientes, tecnologías y especies adecuadas y otros aspectos para una nueva agricultura pospetróleo resiliente. Identificar insumos alternativos a los actuales, sistemas no químicos de prevención de plagas, etc. aprovechando la historia agrícola del país y el saber tradicional, as´i como las experiencias que funcionan en otros lugares del mundo.

Se promoverá la reconversión de la flota pesquera de bajura para la utilización de energías renovables y la recuperación de la navegación a vela y de las artes tradicionales de pesca sostenibles. En paralelo, se apoyará la recuperación de la carpintería de ribera y sus industrias artesanas asociadas.

Se promoverá en el ámbito educativo la revalorización del trabajo en los sectores agrícola/ganadero/pastoril/pesquero/marisquero, y de su vital función para la sostenibilidad, muy menospreciada durante las décadas de la industrialización del país, tanto en áreas urbanas como en las propias áreas rurales.

Se realizará un plan de electrificación rural que garantice la existencia de unas redes de abastecimiento interno suficientes y de calidad real, con prioridad para el ámbito rural con el objeto de promover medidas de dinamización en territorios rurales y el vertido a la red de los excedentes generados por las instalaciones de autoproducción doméstica y/o empresarial y para promover la fijación demográfica y evitar el despoblamiento rural.

Se subvencionará la dotación de los hogares rurales de cocinas, estufas y calderas de leña como alternativa a las eléctricas, de butano, propano o gasóleo, como manera de contribuir a su seguridad energética, de combatir las consecuencias energéticas de la pobreza (pobreza energética) y de promover que los propios habitantes rurales aprovechen como combustible los restos orgánicos de los montes que, de otra manera, se convierten en elementos favorecedores de los incendios.

Se reservarán áreas agrícolas y pecuarias en el entorno de las ciudades.

Se potenciarán y mejorarán los bancos de tierras, también en zonas urbanas y perirurbanas, para poner en contacto a propietarios de fincas potencialmente productivas y a personas interesadas en la producción hortícola para autoconsumo o como actividad comercial. El Estado adquirirá tierras para añadirlas a dichos bancos de tierras, si fuera necesario, que serían revendidas o cedidas a proyectos de agricultura ecológica que impliquen asentamiento de nueva población en el campo, primando los proyectos colectivos de tipo cooperativo y que obtengan buenas evaluaciones de viabilidad y energéticas, y que favorezcan la preservación de los servicios ecosistémicos fundamentales.

Se eliminarán obstáculos burocráticos y fiscales a la venta en mercados locales de excedentes de alimentos autoproducidos.

Se revisará la normativa relativa a requerimientos de materiales y embalajes para los productos hortícolas para facilitar el empleo de materiales locales no derivados del petróleo.

Se favorecerá la puesta en marcha de programas locales de aprovechamiento de biomasa forestal (procedente de desbroces, residuos forestales, etc.) como abono agrícola.

Especialmente en la biorregión atlántica-cantábrica, se favorecerá un uso de los montes autocentrado, sostenible, diverso, multifuncional y encaminado a fijar poboación en el entorno rural así como a potenciar los servicios ecosistémicos. Visión del monte como medio de vida para los habitantes del rural y como verdadera riqueza natural del país que preservar y aumentar, fuente de material, energía, abono, biodiversidad, condiciones climáticas adecuadas y otros servicios ecosistémicos. Protección, apoyo y ampliación de los montes comunales. Apoyo a los sistemas agro-silvo-pastoriles. Fomento entre la población de una adecuada cultura forestal para la resiliencia.

Se revisarán las normativas relativas al hábitat para adaptarlas a la resiliencia nacional, el CC y la TE.

Se integrarán estas medidas con los Planes Estratégicos del Ministerio de Agricultura; así, el objetivo principal de dichos planes será asegurar la soberanía alimentaria y la producción de alimentos suficientes para el consumo interno mediante métodos progresivamente menos dependientes de los combustibles fósiles. Se aprovechará la devolución parcial de competencias de la nueva PAC a los estados miembros de la UE, para dirigir esfuerzos adicionales a las medidas aquí indicadas. Al mismo tiempo, se promoverá en el seno de la UE la aplicación de los principios recogidos en esta ley a la PAC, para el nuevo periodo 2021-2017.

Esta serie de medidas se justifican principalmente en el hecho de que, al descender la TRE global y la energía primaria disponible, es muy dudoso que se pueda conservar el grado de complejidad social actual, y mucho menos aumentarlo. Una baja disponibilidad energética sumada a una baja TRE, implican la vuelta a unas sociedades de tipo más agrario que industrial. Solamente energías de alta concentración como el petróleo son capaces de proporcionar los excedentes netos de energía que requiere el mantenimiento de la complejidad social. Así, tasas de personas dedicadas a la obtención de energía endosomática (sector primario: agrícola/pesquero/ganadero/pastoreo…) sólo se ha podido reducir a las tasas actuales <10% en las sociedades industrializadas gracias a ese extraordinario aporte energético que ha dado pie a la agricultura industrial desde la Revolución Verde. Una vez ese insumo desaparece, sólo es viable una paulatina vuelta a la agricultura orgánica y a la mano de obra eminentemente agrícola. El ejemplo de la Cuba del Periodo Especial, es buena muestra de los cambios necesarios cuando se carece de insumos fósiles en una agricultura altamente mecanizada y con un elevado uso de fertilizantes y plaguicidas de origen sintético.

Por otro lado, dado que el suelo agrícola es también un sumidero de carbono, promover la conversión del mayor número de hectáreas posible a agricultura orgánica, contribuirá a la mitigación global del CC.

Debería ser prioridad absoluta de esta ley: asegurar el suministro de alimentos a la población en el momento presente y en un futuro de clima altamente inestable y de escasez de productos derivados de los combustibles fósiles (incluyendo los producidos y distribuidos por el sistema agroalimentario industrial).

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  • Última modificación: 2018/12/23 18:01
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