Planes de contigencia y emergencia energéticas
Se creará un Plan Nacional de Emergencia Energética para planificar la respuesta ante posibles desabastecimientos puntuales o permanentes de combustibles fósiles, de suministro eléctrico y otras formas de energía, originados por causas bélicas, atentados terroristas, tormentas geomagnéticas o escasez súbita de materias primas energéticas, siguiendo las recomendaciones de la Agencia Internacional de la Energía (2005) y otros organismos internacionales, y tomando como referencia planes similares creados en otros países. Se impulsará la creación de análogos planes a nivel autonómico, comarcal y municipal.
Este Plan incluiría medidas voluntarias y obligatorias. La aplicación de las obligatorias se realizaría cuando las voluntarias fuesen insuficientes para controlar la demanda y hubiese comenzado la fase de emergencia, y por tanto, deberían tener un carácter drástico. Dentro de ellas el Plan distinguiría entre medidas de carácter general, y entre las energías que son canalizadas a través de redes (electricidad, gas natural, y GLP) y las que se transportan por vía terrestre o marítima hacia centros de consumo o distribución (gasolina, diésel, queroseno, fuel-óleo y GLP envasado).
Creación de un Centro Nacional de Contingencia y Emergencias (o potenciación y ampliación de las entidades análogas que ya existan) para los casos de catástrofes naturales o industriales, grandes incendios, llegada masiva de refugiados, desabastecimientos súbitos de medicinas, de energía o de alimentos, etc. Creación de centros de este tipo en cada comarca con capacidad para acoger durante varias semanas a personas y familias. Elaboración de un protocolo nacional, así como protocolos autonómicos y comarcales, de actuación ante ese tipo de casos. Diseñar planes de acogida de refugiados climáticos, económicos o por conflictos bélicos.