Sanidad y salud pública

Impulsar una industria farmacéutica local basada en recursos naturales del país y resiliente.

Potenciar la fitoterapia entre los profesionales de la medicina, como alternativa resiliente y sostenible a numerosos fármacos de síntesis. Reciclaje profesional también en técnicas de diagnóstico y tratamento de mínimo uso tecnológico. Así, por ejemplo, en el terreno de la asistencia a los partos: fomentando la formación de matronas y doulas para asistencia de partos con mínima intervención, facilitando el parto seguro en casa siguiendo el modelo de Países Bajos.

Estudiar la vulnerabilidad/resiliencia de los centros de salud, hospitales, etc. de titularidad pública ante un escenario de escasez energética y de materiais derivados del petróleo, y ante eventos climáticos extremos. Proponer alternativas en un plan específico para aumentar su resiliencia.

Estimular la máxima salud preventiva entre la poboación y potenciar hábitos de vida y alimentación saludables. Reorientar los sistemas de salud hacia un enfoque integral centrado en la promoción de la salud y la prevención primaria de las enfermedades teniendo en cuenta no sólo los hábitos individuales sino también los contextos socioeconómicos.

Campañas de formación específica de personas de todas las edades para la autogestión y cuidado colectivo y personal de la salud, primeros auxilios, etc. Favorecer sistemas de salud y cuidados comunitarios.

Reformular la asistencia domiciliaria como forma normal de atención sanitaria o a personas con movilidade reducida u otros problemas particulares. La asunción colectiva (pública) de este nuevo modelo serviría como ingreso complementario a muchas personas en ámbitos rurales, evitaría el desarraigo y sufrimiento que implica para muchas personas dejar su casa para permanecer en un hospital o en un geriátrico para recibir atenciones que podrían dispensarse domiciliariamente, y posiblemente requeriría unos costes financieros muchos menores al evitar o reducir el tamaño de los grandes complejos sanitarios y asistenciales.

En colaboración con los y las profesionales de la medicina del país analizar en detalle qué otras transformaciones es necesario acometer para preparar el sistema de salud público en contextos de carencia de energía y materiales, o de un agravamiento del CC, es decir, para aumentar su resiliencia.

Prohibir la fabricación y uso de sustancias, materiales y artículos tóxicos. Fomentar la química verde: productos de consumo y procesos industriales limpios y seguros. Establecer reglamentos y ayudas económicas para la retirada segura de las edificacións antiguas elementos altamente contaminantes como amianto, plomo, etc. Realizar campañas sociales para concienciar sobre los riesgos asociados a estos contaminantes y para facilitar su localización e identificación por parte de la población.

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  • Última modificación: 2018/12/08 13:15
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